LIMA (AP) — La Fiscalía del Perú presentó el lunes una acusación por terrorismo agravado y pidió cadena perpetua para el ex líder subversivo y fundador del Movimiento Revolucionario Túpac Amaru (MRTA), Víctor Polay Campos, y otros cinco ex integrantes de ese desarticulado grupo por su presunta responsabilidad en la matanza de ocho miembros de la comunidad LGTBI ocurrida entre 1989 y 1992.

De acuerdo con las investigaciones de la Fiscalía, Polay participó en la planificación de la incursión armada que terminó con la muerte de ocho hombres de la comunidad LGTBI en la discoteca “Las Gardenias” de Tarapoto, región selvática de San Martín, al norte del país, en mayo de 1989. Según las autoridades se trató de una operación ejecutada por un destacamento del MRTA como parte de sus acciones violentas en el pasado conflicto armado interno.

Los fiscales señalaron que la acusación se basa en testimonios, documentos y otros elementos que vinculan al exdirigente subversivo con la autoría mediata del ataque. Por la gravedad del caso, piden la máxima pena prevista por la legislación antiterrorista peruana.

La Fiscalía también pidió al Poder Judicial que ordene 18 meses de prisión preventiva, alegando riesgo procesal y la relevancia del rol que Polay habría tenido dentro del MRTA.

La Fiscalía pidió la misma pena para María Cumpa, Peter Cárdenas, Alberto Gálvez, Lino Manrique y Sístero García, acusados como presuntos autores mediatos por asesinatos cometidos también contra miembros de la comunidad LGTBI, entre 1989 y 1992, en San Martín.

Según la acusación, miembros del Frente Nororiental del MRTA, liderados por Lino Manrique, ejecutaron a los ocho integrantes de la comunidad LGBTI en la discoteca.

En 1990, miembros del mismo grupo subversivo asesinaron al estilista Luis Pinchi por un lineamiento de “limpieza social” que tenía la organización subversiva contra la comunidad LGTBI. En 1991 y 1992, ejecutaron a Silvano Vela y Salomón Pérez por su orientación sexual.